¿Cómo trabajamos la inestabilidad emocional en terapia?
Vivir con inestabilidad emocional desgasta mucho. A veces sientes que vas bien y, de repente, todo se mueve por dentro sin que lo esperes. Es como si tus emociones tuvieran demasiada fuerza y no supieras cómo sostenerlas.
Muchas personas llegan a mi consulta así, con la sensación de que cualquier detalle puede alterarles más de la cuenta. Si es tu caso tienes que saber que esto no te ocurre porque seas débil ni porque te falte fuerza de voluntad, sino porque has pasado por cosas que te hicieron aprender a sobrevivir, en lugar de enseñarte a estar en calma.
En las sesiones de terapia trabajo con personas que sienten que sus emociones se desbordan. En este artículo te cuento cómo lo abordamos.
ENTENDER QUÉ ESTÁ PASANDO DENTRO DE TI
Antes de intervenir necesitamos comprender qué ocurre en tu mundo emocional.
La inestabilidad emocional no aparece de repente. Suele estar vinculada a tus experiencias de apego, a los mensajes que interiorizaste y a situaciones difíciles en las que quizá nadie te acompañó. Algunas personas crecieron en un continuo estado de alerta, otras escondiendo sus emociones y su vulnerabilidad y otras mostrandose siempre fuertes.
Cuando lo abordamos en consulta cambia la mirada hacia una mirada de comprensión y amabilidad hacia una misma. Ya no es “soy un desastre”, sino “ahora entiendo por qué me pasa”. Y desde ahí, comenzamos a trabajar.
TRABAJAR DESDE LA RAÍZ: TRAUMA, APEGO Y EMDR
Una parte importante del proceso consiste en evaluar las experiencias que siguen influyendo en cómo te sientes hoy. A través del trabajo con apego, trauma y disociación, recorremos tu biografía para identificar heridas que no han sido sanadas y siguen interfiriendo en tu bienestar a día de hoy.
Para abordar las heridas del pasado trabajamos con la terapia EMDR, una herramienta muy eficaz para procesar recuerdos que quedaron congelados y hacen que tus reacciones sean más intensas de lo que deseas. Cuando estos recuerdos se integran, las emociones dejan de activarse con tanta fuerza, y vuelves a sentir que puedes estar en tu cuerpo sin miedo.
APRENDER A ESCUCHAR Y REGULAR TUS EMOCIONES
Otro pilar esencial es ayudarte a relacionarte de una forma más amable con tus emociones. No buscamos que dejes de sentir. Buscamos que puedas entender lo que te pasa sin que te arrastre. Trabajamos juntas para identificar sensaciones corporales, poner nombre a lo que sientes y acompañarte desde un lugar más amable.
En terapia aprenderás a reconocer cuándo aparece la emoción, a etiquetarla (tristeza, rabia, miedo, alegría) y a ir encontrando pautas para poder responder en lugar de reaccionar. Las emociones dejan de ser una amenaza y empiezan a ser información valiosa para ti.
TRANSFORMAR PENSAMIENTOS Y HÁBITOS QUE REFUERZAN LA INESTABILIDAD
Desde la terapia cognitivo conductual revisamos los pensamientos que hacen que tus emociones se desborden: conclusiones precipitadas, autoexigencia, miedo a decepcionar, expectativas imposibles. Todo esto influye en tu bienestar emocional.
Poco a poco vamos encontrando formas de pensar más realistas y compasivas, que te ayuden a sentirte estable y segura. Esto no significa dejar de sentir, sino sentirte acompañada por ti misma de una forma nueva.
Mi objetivo en consulta es que puedas vivir tus emociones sin miedo, que sientas que puedes regularte y que tu día a día no esté marcado por altibajos que te dejan sin energía. La inestabilidad emocional se trabaja, y estoy aquí para ayudarte en el proceso. Si necesitas un espacio seguro para empezar este camino, puedo acompañarte tanto online como en mi consulta en Madrid.